Escrito Por Miriam Medina (Una memoria de mi infancia)
Yo era muy pequeña entonces, para recordarme en detalle el viejo vecindario, así que pedí a mi hermano mayor Barney , para ayudarme en llenar algunos de esos detalles. Empezaremos con el edificio nuestro, que estaba localizada en el número 1791 de la avenida Lexington entre la calle 111 y la 112 en Harlem, conocido por todos como El Barrio. Yo nací y me crié allí.
Era un edificio de 5 pisos y en cada piso, había cuatro apartamentos al estilo ferroviario. El apartamento nuestro se encontraba en la parte atrás del edificio donde daba vista al corralón. La única escena que se veía diariamente eran las escaleras del escape de fuego de los otros edificios, el corralón y las lineas de tender ropas que se colgaban de un lado a otro. Había un señor irlandés que venía a cantar a menudo en el corralón y los vecinos de sus ventanas le tiraban monedas. El tenía una voz agradable.
El apartamento donde yo vivía tenía 2 dormitorios,bastante pequeña para nueve personas, mis padres, siete hijos y un perro alemán que se llamaba Brownie. Mi padre le llevaba 20 años más que mi madre. El vecindario donde vivíamos era de la mayor parte lleno de italianos y puertoriqueños. El edificio nuestro era seguro siempre teníamos la puerta abierta hacia el vestíbulo, para que entrare el aire fresco cuando hacía calor. Sin embargo afuera en la calle, el vecindario siempre estaba envuelto en un alboroto de peleas entre los italianos y los puertoriqueños sobre sus territorios. Cada bloque tenía su nombre propio. El bloque donde vivíamos se llamaba Red Wing.
Durante 1943-1947, Harlem estaba en un motín. Había guerra entre las pandillas de los negros y los blancos. Los puertoriqueños se juntaban con los negros contra los italianos. Un día el alcalde de la ciudad de Nueva York quién se llamaba La Guardia, visitó a la escuela superior de Benjamin Franklin, donde mi hermano Barney estaba asistiendo. Esta escuela se localizaba en la Avenida Pleasant entre la calle 115 y la 116, y el alcalde trajo con el a Frank Sinatra, Josh White y Paul Robeson para traer harmonía al vecindario.
Algunos de los vecinos quienes vivían en el número 1791 de la avenida Lexington, eran agradable mientras otros eran interesantes. Había una familia italiana quienes vivían en el apartamento al cruzar de nosotros del apellido Giovanello. El aroma de la comida italiana que venía de su apartamento era tan rico, creo que todos nosotros teníamos la cabeza fuera de la puerta, esperando y deseando que ella nos diera un bocadito. La señora Giovanello era una persona de buen corazón, ella siempre ayudaba a mi familia en cualquier emergencia. Ellos tenían dos hijos, quienes se llamaban Maria y Otto. El señor Giovanello era un vendedor de hielo del vecindario. En aquellos días no se usaba el refrigerador. El hielo era para conservar la comida en el verano y la primavera. Cuando venía el invierno, se guardaba la comida a fuera en la repisa de la ventana. Parece que el señor Giovanello era un hombre fuerte, para poder cargar el hielo en sus hombros, caminar tres bloques y luego subir al tercer piso. El era un hombre muy agradable.
A Continuacion: Recuerdos del Viejo Vecindario (2)
Si deseas dejar un comentario: escribe a miriammedina@earthlink.net
.
Yo era muy pequeña entonces, para recordarme en detalle el viejo vecindario, así que pedí a mi hermano mayor Barney , para ayudarme en llenar algunos de esos detalles. Empezaremos con el edificio nuestro, que estaba localizada en el número 1791 de la avenida Lexington entre la calle 111 y la 112 en Harlem, conocido por todos como El Barrio. Yo nací y me crié allí.
Era un edificio de 5 pisos y en cada piso, había cuatro apartamentos al estilo ferroviario. El apartamento nuestro se encontraba en la parte atrás del edificio donde daba vista al corralón. La única escena que se veía diariamente eran las escaleras del escape de fuego de los otros edificios, el corralón y las lineas de tender ropas que se colgaban de un lado a otro. Había un señor irlandés que venía a cantar a menudo en el corralón y los vecinos de sus ventanas le tiraban monedas. El tenía una voz agradable.
El apartamento donde yo vivía tenía 2 dormitorios,bastante pequeña para nueve personas, mis padres, siete hijos y un perro alemán que se llamaba Brownie. Mi padre le llevaba 20 años más que mi madre. El vecindario donde vivíamos era de la mayor parte lleno de italianos y puertoriqueños. El edificio nuestro era seguro siempre teníamos la puerta abierta hacia el vestíbulo, para que entrare el aire fresco cuando hacía calor. Sin embargo afuera en la calle, el vecindario siempre estaba envuelto en un alboroto de peleas entre los italianos y los puertoriqueños sobre sus territorios. Cada bloque tenía su nombre propio. El bloque donde vivíamos se llamaba Red Wing.
Durante 1943-1947, Harlem estaba en un motín. Había guerra entre las pandillas de los negros y los blancos. Los puertoriqueños se juntaban con los negros contra los italianos. Un día el alcalde de la ciudad de Nueva York quién se llamaba La Guardia, visitó a la escuela superior de Benjamin Franklin, donde mi hermano Barney estaba asistiendo. Esta escuela se localizaba en la Avenida Pleasant entre la calle 115 y la 116, y el alcalde trajo con el a Frank Sinatra, Josh White y Paul Robeson para traer harmonía al vecindario.
Algunos de los vecinos quienes vivían en el número 1791 de la avenida Lexington, eran agradable mientras otros eran interesantes. Había una familia italiana quienes vivían en el apartamento al cruzar de nosotros del apellido Giovanello. El aroma de la comida italiana que venía de su apartamento era tan rico, creo que todos nosotros teníamos la cabeza fuera de la puerta, esperando y deseando que ella nos diera un bocadito. La señora Giovanello era una persona de buen corazón, ella siempre ayudaba a mi familia en cualquier emergencia. Ellos tenían dos hijos, quienes se llamaban Maria y Otto. El señor Giovanello era un vendedor de hielo del vecindario. En aquellos días no se usaba el refrigerador. El hielo era para conservar la comida en el verano y la primavera. Cuando venía el invierno, se guardaba la comida a fuera en la repisa de la ventana. Parece que el señor Giovanello era un hombre fuerte, para poder cargar el hielo en sus hombros, caminar tres bloques y luego subir al tercer piso. El era un hombre muy agradable.
A Continuacion: Recuerdos del Viejo Vecindario (2)
Si deseas dejar un comentario: escribe a miriammedina@earthlink.net
.
No comments:
Post a Comment